Rosalind Krauss escribe un largo ensayo con el nombre de “Inconsciente Óptico” dividido en nueve capítulos, de los cuales nos centramos en el segundo, que bien el texto es un collage de historias personales y experiencias, que representan la memoria y los pensamientos mediante figuras surrealistas que nos evidencian como la vida de una persona se resume en imágenes singulares y abstractas que describen acontecimientos de su cotidianidad sin ser literal, estos cambios contextuales narrados en primera persona sobre vivencias personales o pensamientos inherentes que mientras leemos nos hacen saltos en las diferentes épocas de lo narrado, en el presente de Max Ernsten en los años de entreguerra, y en el presente de Rosalind Krauss en 1993. Luego volvemos a saltar en el tiempo hasta el año 2014 donde el filósofo y critico Boris Groys, escribe Volverse Público, en su capítulo “camaradas del tiempo” realiza un análisis crítico que principalmente habla de cómo las nuevas tecnologías y medios de comunicación han transformado la forma de consumir y apreciar el arte. “Para debord, el mundo en su totalidad se ha convertido en una sala de cine en la que la gente está completamente aislada entre si y de la vida real y, por lo tanto, condenada a una existencia de pasividad absoluta” (1) a raíz de esto surge un cambio de perspectiva desde el productor hacia el espectador, donde cualquiera puede acceder a un medio visual y producir un contenido físico y tangible donde cada persona puede crear una realidad ficticia para compartir con los demás, estos textos escritos en la “modernidad” nos permiten asimilar como implica despojarse del pasado para alcanzar un futuro “deseado”, viviendo paralelamente el presente y el desarrollo propio, aunque todos vivimos en el mismo presente cada uno está condicionado desde su pasado y hacia su futuro, lo que implica una manera de entender su mundo y tener su propia realidad reflexionando de una manera más sensible, “De hecho descartes ya definió el presente como un tiempo de duda.. Pero se puede argumentar que en este momento histórico estamos justamente en esa situación, porque la nuestra es una época en la que reconsideramos – no abandonamos, no rechazamos, sino que analizamos y reconsideramos – los proyectos modernos.”(2)
Es decir la contemporaneidad no busca eliminar el pasado, el futuro, o el presente, esta solamente tiene el objetivo de experimentar de manera diferente el tiempo histórico y ahistorio de cada individuo, y eso se debe a que el modernismo solo se quedó en las ideas de alcanzar un futuro promisorio donde las utopías de todos podrían hacerse realidad “El reduccionismo moderno es una estrategia para sobrevivir en el difícil viaje a través del presente. El arte, la literatura, la música y la filosofía han sobrevivido al siglo XX por que se deshicieron de todo el equipaje innecesario. Al mismo tiempo estas reducciones radicales también revelan un tipo de verdad oculta que transciende su inmediata efectividad y que prueban que uno puede deshacerse de mucho –tradiciones, esperanzas, habilidades e ideas- y aun así, continuar su proyecto bajo esta forma reducida” (3)
En un país como Colombia en Latinoamérica este proceso de la modernidad se vio reflejada en distintos aspectos artísticos como lo es: el cine, la literatura, la música, etc. Pero esta modernización no se dio totalmente en el pensamiento del individuo, su forma de visualizar el futuro, vivir el presente y su desarrollo a través del tiempo. En el ejercicio de la arquitectura el arte está fuertemente ligado a otros aspectos sociales es por esto que estamos igualmente con el mismo caos, solo estamos produciendo edificios en cada rincón de las ciudades para suplir necesidades falsas creadas para beneficios de algunos, sin tomarnos el tiempo en el presente contemporáneo para analizar y estudiar los valores e impactos que estamos generando con nuestro oficio en el día a día. Aun el capitalismo moderno está por encima de nuestra humanidad “un estropicio de obreros haciendo hoyos en el pavimento, quitando árboles para pones postes, quitando postes para poner edificios, quitando edificios para plantar árboles” (4)
(1) Boris, Groys, Volverse público, Caja Negra, Buenos Aires, 2014 pp. 96. 97.
(2) Boris, Groys, Volverse público, Caja Negra, Buenos Aires, 2014 p. 87
(3) Boris, Groys, Volverse público, Caja Negra, Buenos Aires, 2014 p. 85.
(4) Isabel, Allende, La casa de los espíritus, Sudamericana, Buenos Aires 1982 p.79


BIBLIOGRAFÍA
•Boris, Groys, Volverse público, Caja Negra, Buenos Aires, 2014
•Isabel, Allende, La casa de los espíritus, Sudamericana, Buenos Aires 1982
•Krauss, Rosalind E, El inconsciente óptico, Trad. de J. Miguel Esteban Cloquell. Tecnos:Madrid. 1993.